Desoyendo las llamadas de la sociedad civil, de la plataforma Salvem Tabacalera, de la Academia de San Carlos y de un montón de personas, comentaristas y políticos, el gobierno del PP ha ordenado la entrada de las máquinas. Contra la razón y el sentido común, contra el patrimonio y la historia, contra los valencianos en definitiva. Las máquinas contra la cultura!
Un atentado en plena regla, perpetrado con la máxima frialdad, a plena luz del sol. Para favorecer los negocios privados, que serán muy pingues. Se destroza un patrimonio arquitectónico para propiciar un pelotazo urbanístico, para que se construyan fincas, hasta 300 pisos. En esa zona de la ciudad, ya muy saturada, no hacen falta más pisos (y en la ciudad tampoco, ya que hay más de 65.000 pisos vacíos...).
Lamentamos, y ya van muchas veces, que el Ayuntamiento favorezca los negocios de los privados, privando a los valencianos de uno preciosos recursos, que tanta falta nos hacen. Y que lo haga tirando abajo parte del patrimonio arquitectónico, que quedará deslucido y tapado por las fincas que se construirán a su alrededor. A diferencia de lo que pasa en la otras ciudades de España (Málaga, Zaragoza, San Sebastián, Madrid, Sevilla), que han preservado los edificios, promoviendo proyectos culturales en sus instalaciones.
Lamentamos, y ya van muchas veces, que el Ayuntamiento favorezca los negocios de los privados, privando a los valencianos de uno preciosos recursos, que tanta falta nos hacen. Y que lo haga tirando abajo parte del patrimonio arquitectónico, que quedará deslucido y tapado por las fincas que se construirán a su alrededor. A diferencia de lo que pasa en la otras ciudades de España (Málaga, Zaragoza, San Sebastián, Madrid, Sevilla), que han preservado los edificios, promoviendo proyectos culturales en sus instalaciones.