La imagen que ofrece el Mercado de Mossen Sorell, en el barrio del Carmen de València, ilustra muy bien la situación. La reforma del mercado se debería haber inaugurado el pasado mes de junio, tal y como aseguró por aquel entonces el concejal de comercio José Luis Juan.
La reforma, que se ha prolongado durante mucho tiempo y ha supuesto un sobrecoste del 40%, sobre el presupuesto inicial, ascendiendo a más de 2 millones de euros, ha suscitado muchas dudas y suspicacias, porque ha provocado que el mercado de Mossen Sorell haya perdido buena parte de su encanto. Se ha procedido a una reforma excesivamente modernizante, ocultando y eliminando los elementos patrimoniales de mayor valor arquitectónico, algunos de ellos protegidos. Tampoco se ha tenido en cuenta criterio alguno de sostenibilidad ambiental, no se han instalado elementos bioconstructivos, sistemas de ahorro energético y estructuras para producir energía solar fotovoltaica, como la instalación de panales solares.
Es muy comprensible la desconfianza de los vendedores, que tienen la sensación de estar siendo toreados y utilizados, con promesas de reabertura que puntualmente se incumplen. Ya es hora que, después de haber aguantado tan estoicamente, durante todos estos años, la ubicación temporal en un barracón angosto y cerrado, perdiendo clientes y dinero, estos vendedores puedan finalmente reubicarse en el mercado de Mossen Sorell.
5 comentarios:
Cuanta razon!
Que triste!
A mi la veritat és que el mercat m'agrada com a quedat, molt més que abans. No sé quins són els elements arquitectònics de gran valor que tenia el mercat, la veritat. És pura ignorància, però visc davant del mercat des fa 15 anys i he de dir que estèticament el mercat ara és molt més bonic i agradable.
És cert que els retards són impresentables i que els venedors estan patint molt. Potser és perquè Caprabo, que s'havia d'instal·lar a dins del mercat, està en retirada?
No pongo en duda la necesaria reforma del mercado de Mossen Sorell. Es más, se debería haber acometido desde hace bastante tiempo. Las condiciones de dejadez y posibles peligros de derrumbe hacía inaplazable la reforma.
Otra cosa es la manera en que se ha llevado a cabo: se ha aplicado una plancha de hormigón de 40 centímetros de espesor, que ha reducido la altura del Mercado; se ha obviado la posibilidad de realizar excavaciones y catas arqueológicas, para reportar a la luz los restos del que fue el Palau de Mossen Sorell. Que fue construido por el arquitecto Pere Comte (autor de la Lonja y de tantos otros magníficos edificios) en el siglo XV, que se quemó y tuvo que ser derruido.
Aparte ese gran valor histórico/arquitectónico, suscitan dudas la instalación de las vidrieras, que a mi manera de ver no permiten airear bien el Mercado y que no son aptas al clima que tenemos en Valencia.
Finalmente, el coste aparece muy desproporcionado, tenido en cuenta lo arriba mencionado.
Reconozco que yo no sé como lo habría hecho, pero ni me gustaba antes, que parecía un almacén abandonado, ni me gusta ahora. En el proyecto que presentaron aparecía rodeado de árboles, han acabado plantando 3 tristes naranjos.
La cubierta es horrible, fea y demasiado moderna para una de las plazas más bonitas y conservadas del Carmen, y en verano, durante 2 o 3 horas al día, tengo que cerrar las ventanas si no quiero deslumbrarme dentro de casa.
Tampoco sé por donde van a descargar las mercancías, pero me huelo atascos y pitadas continuas.
Y otra cosa que no creo que hayan pensado es que seguramente los cristales aparecerán llenos de pintadas a los pocos días de la apertura.
Sobre los retrasos, la falta de catas, el sobrecoste y las molestias, no comment :)
Publicar un comentario