Aunque la crisis económica y la quiebra de unos cuantos tiburones (Astroc, Llanera) hayan maquillado la gran emergencia del urbanismo salvaje al País Valencià, la aprobación de los PAIs no cesa. Así nos lo ha hecho saber el Conseller García Antón, que ha prometido (más bien amenazado...) que antes del final del 2008 las Comisiones Territorial de Urbanismo tienen previstos aprobar el 50% de los proyectos pendientes. Sigue siendo preocupante, por lo tanto, la gran avalancha de viviendas que pueden plagar nuestro territorio, comprometiendo para siempre nuestro paisaje.
Los amigos de Marfull, junto con los de la Plataforma Vivienda Digna, no se resignan a que esto sucede sin que se haga nada. Allí está su compromiso con la sostenibilidad, atados a unas cuerdas y desplegando sus pancartas. Lanzando un grito contra la especulación que acaba con lo más sagrado que tenemos: el maravilloso paisaje valenciano que se degrada a un ritmo vertiginoso.
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