El nuevo gobierno de Rita Barberá salido de las urnas en 2007, intentó convencernos de su apuesta atrevida y pionera en la lucha contra el Cambio Climático. Fue tal su atrevimiento, que presentó como fichaje estrella a María-Angeles Ramón-Llin como Concejala de Cambio Climático. Después de un año y medio en el cargo, poco se sabe de la actividad de esta concejalía: no se ha emitido ningún informe sobre el circuito de Formula1, ninguna opinión le merece la ampliación del puerto de Valencia, menos aún el crecimiento del tráfico privado y el incremento de las emisiones de gases de efecto invernadero.
Donde si se ha propuesto incidir, y de que manera!, ha sido en las emisiones relativas al gasto energético, en especial el de las familias. Para tal efecto la Concejalía de Cambio Climático ha pensado que la mejor manera sea que las familias abandonen los metodos tradicionales de cocinas y se pasen a las cocinas solares; ya que el abundante sol del que disfruta Valencia, nada menos que 2700 horas de radiación solar al año, representan una ocasión única para ahorrar energía y, quien sabe, para que los platos tengan un sabor especial….
El pasado 17 de mayo la concejala Ramón-Llin, concejala de Cambio Climático muy a mi pesar..., hizo una demostración de las bondades de las cocinas solares, que según sus palabras, son óptimas para cocinar longanizas y que además hacen ahorrar energía. Nada se sabe del número de familias valencianas que, desde que empezó la promoción, han optado por ese metodo de cocina, entre ellas supongamos que la de la concejala y del equipo de gobierno de Rita Barberá...
Al igual que su compañero de partido, el esperpéntico Conseller de Educación Font de Mora, la concejala Ramón-Llin piensa que los valencianos son unos tontos y que se les pueda engañar y tomar el pelo con estas estúpidas propuestas. Cuyo fin último es en primer lugar dar la impresión de que se está haciendo algo y por otro lado evitar ir al fondo del problema.
Al igual que su compañero de partido, el esperpéntico Conseller de Educación Font de Mora, la concejala Ramón-Llin piensa que los valencianos son unos tontos y que se les pueda engañar y tomar el pelo con estas estúpidas propuestas. Cuyo fin último es en primer lugar dar la impresión de que se está haciendo algo y por otro lado evitar ir al fondo del problema.
Si de verdad se quiere aprovechar la radiación solar, hay que hacer cumplir la ordenanza solar que obliga a instalar placas solares en todos los edificios de nueva construcción; hay que abrir una línea de financiación para los particulares que quieran instalar paneles solares y habilitar una oficina municipal de asesoramiento para proyectos solares. El resto son un cúmulo de manipulaciones interesadas que nada aportan.
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