Una muy mala noticia. La subida de bonos y billetes sencillos de la EMT, por encima del 5%, representa una agresión a la economía de las familias, en un momento en que se agudizan las dificultades para llegar a fin de mes.
En los primeros nueve meses del 2008 la EMT ha perdido el 4% de viajeros con respecto al año anterior, una mala racha que el transporte público arrastra desde hace muchos años. Con esas cifras tan deficitarias, el Ayuntamiento no encuentra otra forma de recaudar impuestos, que cargando sobre las espaladas de la ya maltrecha situación de las EMT, y solo provocará un mayor descenso de viajeros. El Consistorio no reportará grandes ingresos, ya que el más que seguro descenso de viajeros, compensará a la baja las previsiones de ingresos que ha hecho el Concejal de Hacienda Silvestre Senent, frustrando el pretendido incremento recaudatorio.
Lo que se puede dar por seguro es la quiebra definitiva de la confianza de los valencianos en le transporte público, que no es competitivo ni tiene la calidad suficiente para sustituir el coche: las líneas son insuficientes, la frecuencia de paso es muy alta y la circulación es dificultosa por culpa de la ocupación de los carriles bus.
Pedimos un plan de revitalización del transporte público y que se retire el plan de recaudación, que solo consigue alejar los viajeros y en última instancia que la EMT ahonde su agujero contable, acercando aún más la empresa pública a la quiebra técnica.
En los primeros nueve meses del 2008 la EMT ha perdido el 4% de viajeros con respecto al año anterior, una mala racha que el transporte público arrastra desde hace muchos años. Con esas cifras tan deficitarias, el Ayuntamiento no encuentra otra forma de recaudar impuestos, que cargando sobre las espaladas de la ya maltrecha situación de las EMT, y solo provocará un mayor descenso de viajeros. El Consistorio no reportará grandes ingresos, ya que el más que seguro descenso de viajeros, compensará a la baja las previsiones de ingresos que ha hecho el Concejal de Hacienda Silvestre Senent, frustrando el pretendido incremento recaudatorio.
Lo que se puede dar por seguro es la quiebra definitiva de la confianza de los valencianos en le transporte público, que no es competitivo ni tiene la calidad suficiente para sustituir el coche: las líneas son insuficientes, la frecuencia de paso es muy alta y la circulación es dificultosa por culpa de la ocupación de los carriles bus.
Pedimos un plan de revitalización del transporte público y que se retire el plan de recaudación, que solo consigue alejar los viajeros y en última instancia que la EMT ahonde su agujero contable, acercando aún más la empresa pública a la quiebra técnica.
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