La definición, muy atinada, es del periodista J.J. Pérez Benlloch, en su habitual tribuna de los domingos en El País.
Ese descabello llamado Educación para la Ciudadanía en Inglés, ha sido descripto de muchas maneras: de esperpento, de ataque frontal, de ridículo espantoso. La pretensión de vaciar de contenidos la asignatura, de conseguir impartirla (y así cumplir la ley...) sin que los alumnos la aprendan, sin que el civismo llegue a la población estudiantil, ha creado ese monstruo de múltiples cabezas; que el autoritario Conseller Font de Mora pretende colarnos como Educación para la Ciudadanía en Inglés.
Una payasada muy poco simpática. Una ocurrencia convertida en una pesadilla...para el mismo Conseller (y quien sabe...para Camps?), que ahora recula, pide dialogo,anuncia moratorias.
Señal clara de que han acusado el golpe!
Ese descabello llamado Educación para la Ciudadanía en Inglés, ha sido descripto de muchas maneras: de esperpento, de ataque frontal, de ridículo espantoso. La pretensión de vaciar de contenidos la asignatura, de conseguir impartirla (y así cumplir la ley...) sin que los alumnos la aprendan, sin que el civismo llegue a la población estudiantil, ha creado ese monstruo de múltiples cabezas; que el autoritario Conseller Font de Mora pretende colarnos como Educación para la Ciudadanía en Inglés.
Una payasada muy poco simpática. Una ocurrencia convertida en una pesadilla...para el mismo Conseller (y quien sabe...para Camps?), que ahora recula, pide dialogo,anuncia moratorias.
Señal clara de que han acusado el golpe!
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