Una marea humana, festiva y alegre, ha salido a la calle para pedir que se ponga fin a este esperpento llamado Educación para la Ciudadanía en Inglés. El presidente Camps y el Conseller Font de Mora tienen que tomar buena nota: la sociedad valenciana ha hablado, alto y claro, de manera masiva y cívica, contra esta ocurrencia y subterfugio, cuyo único fin es debilitar a la escuela pública. Que padece desde hace mucho tiempo de un abandono, de una falta de recursos y un rumbo claro, para que se pueda educar en condiciones y con todas las garantías.El punto clave de esta maniobra de distracción es el proyecto de debilitación de la escuela pública que tiene en marcha el Gobierno Valenciano. Buena muestra es el ahogo financiero al cual están sometiendo las Universidades, que tienen muchas dificultades para siquiera pagar a sus empleados. De ahí hasta las condiciones paupérrimas en las cuales se imparte clase en muchísimos institutos y colegios públicos: en barracones o en edificios en ruina, con pocos recursos y falta de personal, con programas confusos y poco actualizados. Mientras, ingentes recursos económicos se desvían hacia las escuela privadas y concertadas.
Está clara la intención, tan poco oculta..., del PP: los valores de educación para la ciudadanía no se tienen que impartir, los valores éticos y morales no pueden tener cabida en el proyecto de control social y religioso que tienen en marcha el Consell y la Curia Valenciana, que tienen en marcha el presidente Camps y el Cardenal García Gasco.
Pues bien, una parte importante de la sociedad valenciana ha hablado. Que tomen nota estos señores, que tengan cuidado que su plan les puede salir rana. Al final se pueden quedar sin nada, sin EpC en inglés, sin esceptro y sin trono.
Fotos publicadas en Levante-emv
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