Han transcurrido tan solo unos pocos años desde la última remodelación. El firme de la calzada de la calle Serranos ya muestra un aspecto deteriorado y el aflorar de grietas, debido en gran parte al incesante tráfico rodado que la calle soporta. Está claro que el tipo de pavimento elegido, que es más proprio de una calle peatonal, no ha resistido a los embates del continuo tráfico rodado, que está por encima de los 5000 vehículos diarios, según estimaciones de los residentes de la zona. Se evidencian las primeras grietas, señal evidente de que los elementos constructivos no aguantan el elevado ritmo de paso de los vehículos a motor.
Se hace imprescindible desde luego una reforma de la calzada, antes de que se hunda del todo, para que no tengamos que lamentar incidentes a las personas que corren el riesgo de tropezar; a ese paso previo, tiene que seguir la peatonalización de la calle y un programa progresivo de limitación del tráfico en Ciutat Vella.
Es más que necesario regular el tráfico rodado en el barrio del Carmen, visto las molestias que acarrea en el entorno del barrio histórico por excelencia de Valencia: la misma calle Caballero se encuentra en una situación lamentable, con pegotesdiseminados por toda la longitud de la calle, mostrando un aspecto descuidado e indigno. Hasta ahora el Gobierno Municipal no ha querido tener en cuenta la imperiosa necesidad de regular el tráfico en Ciutat Vella: ha seguido considerando las calles del barrio una especie de sistema de distribución del tráfico, un lugar de paso para llegar a otros barrios: es una concepción muy equivocada del barrio histórico de Valencia, que ha limitado su desarrollo y su cuidado
Ahora es el momento de transformar el barrio en zona libre de coches, aprovechando la remodelación del Puente de Serranos y la obras de construcción de la estación del Metro del Mercat Central. Los fondos extraordinarios del Gobierno Central son muy útiles para acometer esas reformas, empezando por la remodelación del firme de la Calle Serranos, prosiguiendo con la calle Caballeros; una vez finalizadas esas obras, la Concejalía de Tráfico está en condiciones de poner en marcha un programa de peatonalización progresiva del barrio, con unas calles renovada y apta para disfrutar de ellas.
Se hace imprescindible desde luego una reforma de la calzada, antes de que se hunda del todo, para que no tengamos que lamentar incidentes a las personas que corren el riesgo de tropezar; a ese paso previo, tiene que seguir la peatonalización de la calle y un programa progresivo de limitación del tráfico en Ciutat Vella.
Es más que necesario regular el tráfico rodado en el barrio del Carmen, visto las molestias que acarrea en el entorno del barrio histórico por excelencia de Valencia: la misma calle Caballero se encuentra en una situación lamentable, con pegotesdiseminados por toda la longitud de la calle, mostrando un aspecto descuidado e indigno. Hasta ahora el Gobierno Municipal no ha querido tener en cuenta la imperiosa necesidad de regular el tráfico en Ciutat Vella: ha seguido considerando las calles del barrio una especie de sistema de distribución del tráfico, un lugar de paso para llegar a otros barrios: es una concepción muy equivocada del barrio histórico de Valencia, que ha limitado su desarrollo y su cuidado
Ahora es el momento de transformar el barrio en zona libre de coches, aprovechando la remodelación del Puente de Serranos y la obras de construcción de la estación del Metro del Mercat Central. Los fondos extraordinarios del Gobierno Central son muy útiles para acometer esas reformas, empezando por la remodelación del firme de la Calle Serranos, prosiguiendo con la calle Caballeros; una vez finalizadas esas obras, la Concejalía de Tráfico está en condiciones de poner en marcha un programa de peatonalización progresiva del barrio, con unas calles renovada y apta para disfrutar de ellas.