Las obras en el solar enfrente de Les Corts Valencianes han tenido como efecto colateral, según nuestra opinión muy positivo: ahora los diputados y consellers no se ven abocados a aparcar sus coches en la acera de la calle Llibertat, tal y como han estado haciendo desde siempre.
La Presidenta Milagrosa Martínez, al igual que su predecesor Julio de España, iba más allá, no se conformaba con que su coche oficial estuviera fuera del recinto de Les Corts, tenía que estar el más cerca posible de la puerta de salida de la Cámara, para que no diera un paso más del necesario (faltaría más...); de manera que los dos coches que tiene a su disposición la Presidenta, acampaban debajo de la mismísima olivera del patio.
Ahora que la calle Llibertat está ocupada por las maquinarias que trasiegan en el solar, se ha tenido que proceder al cierre del tránsito. Ya no hay sitio para dejar los coches, ya no se puede acceder a la olivera, así que la solución no se antojaba fácil. No obstante estas trabas, no se podía dejar pasear en exceso a la Presidenta, había que buscar un arreglo: pensat i fet, el carril bus de la calle Conde Trenor está allí y faltaría más que no se utilizara para su coche oficial.
Obviamente estoy bromeando, sin embargo estas bromas me provocan una amarga sonrisa, ya que tengo que lamentar que nuestros representantes, y entre ellos la Presidenta de la segunda máxima institución del País Valencià, no tengan la decencia de demostrar a sus ciudadanos que tienen un respecto exquisito y riguroso a las leyes y ordenanzas. Si esto es el típico y cotidiano ejemplo que nos dan, entonces entendemos las razones del incivismo y la falta de respecto que se va extendiendo entre los ciudadanos; que reciben el mensaje negativo de que las leyes se respectan al antojo de cada uno.
Espero que la policía local vigile estos comportamientos, que los sancione y que la Presidenta Martínez pague de su bolsillo la sanción por la infracción cometida.
La Presidenta Milagrosa Martínez, al igual que su predecesor Julio de España, iba más allá, no se conformaba con que su coche oficial estuviera fuera del recinto de Les Corts, tenía que estar el más cerca posible de la puerta de salida de la Cámara, para que no diera un paso más del necesario (faltaría más...); de manera que los dos coches que tiene a su disposición la Presidenta, acampaban debajo de la mismísima olivera del patio.
Ahora que la calle Llibertat está ocupada por las maquinarias que trasiegan en el solar, se ha tenido que proceder al cierre del tránsito. Ya no hay sitio para dejar los coches, ya no se puede acceder a la olivera, así que la solución no se antojaba fácil. No obstante estas trabas, no se podía dejar pasear en exceso a la Presidenta, había que buscar un arreglo: pensat i fet, el carril bus de la calle Conde Trenor está allí y faltaría más que no se utilizara para su coche oficial.
Obviamente estoy bromeando, sin embargo estas bromas me provocan una amarga sonrisa, ya que tengo que lamentar que nuestros representantes, y entre ellos la Presidenta de la segunda máxima institución del País Valencià, no tengan la decencia de demostrar a sus ciudadanos que tienen un respecto exquisito y riguroso a las leyes y ordenanzas. Si esto es el típico y cotidiano ejemplo que nos dan, entonces entendemos las razones del incivismo y la falta de respecto que se va extendiendo entre los ciudadanos; que reciben el mensaje negativo de que las leyes se respectan al antojo de cada uno.
Espero que la policía local vigile estos comportamientos, que los sancione y que la Presidenta Martínez pague de su bolsillo la sanción por la infracción cometida.
En la prensa: El País, Levante-emv
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