Artículo publicado en el suplemento BIO de El Mundo.
Toda actividad humana que suponga un uso inadecuado de los recursos naturales y de la energía es insostenible. Las fiesta populares, entre ellas las navidades, no están exentas de esa circunstancia.
El debate que se genera todos los años sobre la inoportunidad de instalar la luces y los decorados lumínicos navideños, demuestra que la preocupación es real y que se tiene que tener en cuenta. La crisis económica ha puesto de manifiesto el derroche de energía, consiguiendo lo que desgraciadamente no había podido la crisis ecológica y el cambio climático (a pesar de la pionera, aunque vacante e inoperante..., Dirección General de Cambio Climático).
Es positivo que se haya retrasado la fecha y las horas de encendido de las luces en la ciudad de Valencia. En las otras ciudades del País Valencià no ha pasado lo mismo, ni reducción y ni ahorro; tampoco lo han hecho grandes centros comerciales, que han dado la espalda a la sostenibilidad y siguen gastando energía con demasiada alegría. Obviamente, los adornos lumínicos navideños, absorben tan solo una pequeña cantidad de la energía que gasta una ciudad. Sin embargo representan un pésimo ejemplo, del mal uso de la energía eléctrica, y de que se sigan asociando las fiestas y la celebraciones con el exceso de iluminación.
Que nadie nos malinterprete, no pretendemos que se vivan las fiestas en tono menor. Sí que reclamamos que se reflexione sobre la moderación del gasto energético. Pedimos que las pequeñas reducciones que se han puesto en marcha, tengan continuidad, se extiendan a las otras fiestas tradicionales (las fallas, la magdalena, les fogueres, etc...), donde el uso masivo e inadecuado, por derrochador, es exagerado e incluso ofensivo. A partir de ahí se reduzca la contaminación lumínica y el gasto energético del alumbrado público de las ciudades valencianas, que es el que más impacto tiene, en muchos caso más del doble del necesario.
Toda actividad humana que suponga un uso inadecuado de los recursos naturales y de la energía es insostenible. Las fiesta populares, entre ellas las navidades, no están exentas de esa circunstancia.
El debate que se genera todos los años sobre la inoportunidad de instalar la luces y los decorados lumínicos navideños, demuestra que la preocupación es real y que se tiene que tener en cuenta. La crisis económica ha puesto de manifiesto el derroche de energía, consiguiendo lo que desgraciadamente no había podido la crisis ecológica y el cambio climático (a pesar de la pionera, aunque vacante e inoperante..., Dirección General de Cambio Climático).
Es positivo que se haya retrasado la fecha y las horas de encendido de las luces en la ciudad de Valencia. En las otras ciudades del País Valencià no ha pasado lo mismo, ni reducción y ni ahorro; tampoco lo han hecho grandes centros comerciales, que han dado la espalda a la sostenibilidad y siguen gastando energía con demasiada alegría. Obviamente, los adornos lumínicos navideños, absorben tan solo una pequeña cantidad de la energía que gasta una ciudad. Sin embargo representan un pésimo ejemplo, del mal uso de la energía eléctrica, y de que se sigan asociando las fiestas y la celebraciones con el exceso de iluminación.
Que nadie nos malinterprete, no pretendemos que se vivan las fiestas en tono menor. Sí que reclamamos que se reflexione sobre la moderación del gasto energético. Pedimos que las pequeñas reducciones que se han puesto en marcha, tengan continuidad, se extiendan a las otras fiestas tradicionales (las fallas, la magdalena, les fogueres, etc...), donde el uso masivo e inadecuado, por derrochador, es exagerado e incluso ofensivo. A partir de ahí se reduzca la contaminación lumínica y el gasto energético del alumbrado público de las ciudades valencianas, que es el que más impacto tiene, en muchos caso más del doble del necesario.
3 comentarios:
EN Barcelona se encendieron las luces navideñas el 24 de noviembre y duraran hasta el 6 de enero, en total 44 dias.
Encendiéndolas "solo" del 23 de diciembre hasta el 6 de enero, 15 dias, y con la ayuda de la tecnología de luces bajo consumo (leds) y com mayores espacios entre luces... se pueden conseguir unas calles muy navideñas y algo respectuoas.
No entiendo la fiebre de luz artificial que tienen algunos.
Hola, soy Ana, he utilizado tu foto para la página www.absolutvalencia.com, espero que no te importe, también he sacado tus declaraciones. Gracias.
Este año hay que reconocer que se ha hecho un esfuerzo por utilizar leds y bombillas de bajo consumo.
Pero no obstante eso, hay que transformar el mensaje y mejorar el espíritu de las fiestas, para que sean más sostenibles. Para conseguir eso, el Ayto. tiene toda la capacidad para que las fiestas no pierdan intensidad y 'glamour' pero sin que se asocie con el gasto exagerado de luces, y en definitiva de energía. Que sabemos que tienen un gran impacto sobre el medio-ambiente y sobre todo sobre el cambio climático.
Otra fiesta es posible, con menos luces pero con un plus de imaginación e igual alegría.
saludos
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