...Será también el nuestro, de los que hemos confiado en un cambio radical y no solo en un cambio de color de piel? Será el día donde empezó todo? Los hechos dirán si nuestras ilusiones y nuestras esperanzas se quedaron por el camino, si el "change we can believe in" (el cambio en el cual podemos creer) será verdadero, profundo, satisfactorio, ejemplar.
En los últimos dos meses el mismísimo Barack Obama se ha encargado de desinflar el enorme balón dentro del cual nos habíamos instalado. La guerra genocida de Israel nos ha despertado del sueño, la tozuda realidad de la Real Politik nos ha devuelto con los pies en el suelo. El presidente de la gente, de la lucha contra la injusticia, del gobierno del pueblo etc etc..., no ha querido ni ha sabido pronunciarse como debía sobre la masacre de inocentes, sobre los bombardeos con armas mortíferas y prohibidas, sobre la matanza indiscriminada. Que ha terminado, casualidad demasiado casual para ser verdadera, justo antes de que jurara el cargo de 44º presidente de los EE.UU. Un gesto de gran cortesía, sin duda alguna!
Con Hilary Rodham Clinton, vigilando de cerca desde su despacho de Secretaria de Estado, los vínculos con Israel y el lobbismo de los intereses judíos están a salvo, intocables e inamovibles ni siquiera por el hombre que se ha postulado come el impulsor del cambio. Son los primeros avisos de que Obama defraudará las enormes expectativas creadas? Es difícil responder en estos momentos. Pero de una cosa empezamos a darnos cuenta con mucha mayor claridad: los milagros no existen, y los hombres de la Providencia son un amargo fruto de las fantasía...
Esperamos equivocarnos!
En los últimos dos meses el mismísimo Barack Obama se ha encargado de desinflar el enorme balón dentro del cual nos habíamos instalado. La guerra genocida de Israel nos ha despertado del sueño, la tozuda realidad de la Real Politik nos ha devuelto con los pies en el suelo. El presidente de la gente, de la lucha contra la injusticia, del gobierno del pueblo etc etc..., no ha querido ni ha sabido pronunciarse como debía sobre la masacre de inocentes, sobre los bombardeos con armas mortíferas y prohibidas, sobre la matanza indiscriminada. Que ha terminado, casualidad demasiado casual para ser verdadera, justo antes de que jurara el cargo de 44º presidente de los EE.UU. Un gesto de gran cortesía, sin duda alguna!
Con Hilary Rodham Clinton, vigilando de cerca desde su despacho de Secretaria de Estado, los vínculos con Israel y el lobbismo de los intereses judíos están a salvo, intocables e inamovibles ni siquiera por el hombre que se ha postulado come el impulsor del cambio. Son los primeros avisos de que Obama defraudará las enormes expectativas creadas? Es difícil responder en estos momentos. Pero de una cosa empezamos a darnos cuenta con mucha mayor claridad: los milagros no existen, y los hombres de la Providencia son un amargo fruto de las fantasía...
Esperamos equivocarnos!
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