Contenedores a rebosar de todo tipo de residuos, desde cajas de cartón y residuos plástico hasta los residuos orgánicos. Esa es la fina estampa turística que las renovadas instalaciones del Mercado Central muestran en una de sus puertas de ingreso.
La ingente cantidad de residuos que a diario genera el Mercado Central acaba directamente a los contenedores sin separar, una muestra de que las cosas en materia de gestión de los residuos sólidos urbanos se están haciendo muy mal. Resulta a decir poco increíble que un recinto público emblemático, no tengan prevista ninguna estrategia de minimización y de recogida selectiva de los residuos, incumpliendo así las normativas, desatendiendo a su responsabilidad social medioambiental, y lo que es peor dando un pésimo ejemplo a los ciudadanos.
Además, se da la circunstancia de que la EMTRE (Entidad Metropolitana de Tratamiento de Residuos), presidida por el Concejal del Ayto de Valencia Ramón Isidro Sanchis, y en la cual el PP ostenta la mayoría absoluta, tiene previsto a lo largo del mes de enero cobrar una tasa adicional de recogida y tratamiento de residuos que va de un mínimo de 22€ hasta un máximo de 1000€. Sobre la base del consumo de agua de los hogares y de los comercios, a través de la empresa concesionaria EMIVASA.
El cobro de esa tasa, con nocturnidad y alevosía, representa un abuso manifiesto, ya que como se puede comprobar la gestión que el Ayuntamiento realiza de la recogida de los residuos es desastrosa. Eso explica el déficit permanente que arrastran la EMTRE y el Ayuntamiento, que no están absolutamente interesados en minimizar el residuo producido y menos aún en realizar una ejemplar recogida selectiva de los residuos.
Exigimos al gerente del Mercado Central a corregir esta situación y a implantar contenedores aptos para la separación de los residuos; al concejal Sanchis que vigile el cumplimiento de la normativa y a que todos los edificios y recintos públicos cumplan escrupulosamente con la correcta gestión de los residuos sólidos urbanos que generan. La recogida selectiva constituye el primer paso para minimizar el impacto que los residuos tienen sobre el medio-ambiente, ya que el aumento progresivo experimentado está creando muchos problemas ecológicos y económicos. Una correcta gestión pública reduciría la producción de los residuos y los costes de gestión, revertiendo en calidad de vida y en mayor riqueza para los ciudadanos.
La ingente cantidad de residuos que a diario genera el Mercado Central acaba directamente a los contenedores sin separar, una muestra de que las cosas en materia de gestión de los residuos sólidos urbanos se están haciendo muy mal. Resulta a decir poco increíble que un recinto público emblemático, no tengan prevista ninguna estrategia de minimización y de recogida selectiva de los residuos, incumpliendo así las normativas, desatendiendo a su responsabilidad social medioambiental, y lo que es peor dando un pésimo ejemplo a los ciudadanos.
Además, se da la circunstancia de que la EMTRE (Entidad Metropolitana de Tratamiento de Residuos), presidida por el Concejal del Ayto de Valencia Ramón Isidro Sanchis, y en la cual el PP ostenta la mayoría absoluta, tiene previsto a lo largo del mes de enero cobrar una tasa adicional de recogida y tratamiento de residuos que va de un mínimo de 22€ hasta un máximo de 1000€. Sobre la base del consumo de agua de los hogares y de los comercios, a través de la empresa concesionaria EMIVASA.
El cobro de esa tasa, con nocturnidad y alevosía, representa un abuso manifiesto, ya que como se puede comprobar la gestión que el Ayuntamiento realiza de la recogida de los residuos es desastrosa. Eso explica el déficit permanente que arrastran la EMTRE y el Ayuntamiento, que no están absolutamente interesados en minimizar el residuo producido y menos aún en realizar una ejemplar recogida selectiva de los residuos.
Exigimos al gerente del Mercado Central a corregir esta situación y a implantar contenedores aptos para la separación de los residuos; al concejal Sanchis que vigile el cumplimiento de la normativa y a que todos los edificios y recintos públicos cumplan escrupulosamente con la correcta gestión de los residuos sólidos urbanos que generan. La recogida selectiva constituye el primer paso para minimizar el impacto que los residuos tienen sobre el medio-ambiente, ya que el aumento progresivo experimentado está creando muchos problemas ecológicos y económicos. Una correcta gestión pública reduciría la producción de los residuos y los costes de gestión, revertiendo en calidad de vida y en mayor riqueza para los ciudadanos.
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