El 21 de diciembre de 2005 el Ayuntamiento de Alboraia convocó un pleno extraordinario para aprobar el plan urbanístico que preveía la construcción de un Centro Comercial (ahora ubicado en Port Saplaya) y numerosas viviendas en terrenos de l'horta de gran valor agrícola y paisajístico. La noticia corrió como la pólvora, hubo una gran movilización encabezada por Per l'Horta para parar ese convenio que habría hecho desaparecer la Huerta de Vera, y que, a la postre, se ha revelado un negocio ruinoso para el mismo municipio de Alboraia. Acudí a la llamada y estuve presente en el tenso pleno: la verdadera emboscada la protagonizaron el Alcalde Manuel Álvaro y el PP local, ya que habían organizado una nutrida tropa de personas, que con carteles impresos y todos iguales defendían que el "PP protege la huerta". La movilización de la "Plataforma SOS Alboraia" consiguió parar el atropello, no se pudo consumar el banquete y los voraces promotores se quedaron con las ganas, sin que pudieran merendarse l´horta.
A tres años de esa ejemplar movilización cívica, protagonizada por tantos ciudadanos entre los cuales estaba Vicent Martí, todo un ejemplo de amor, dedicación y empeño en defensa de l'horta, nos hemos encontrado con una denuncia contra él y otros cuatro agricultores. Entre otras, se les acusa de desorden público, de altercados y de haber interrupido el pleno. Todo según un guión muy bien escrito y mejor ejecutado: hay que perseguir y golpear a los que se oponen a las maquinas, buscando los cabezas de turco, mejor si son de los que con su ejemplo demuestran que la tierra de l´horta es rica y da mucho frutos. Condenar a cinco (con penas de hasta 6000€ de multa) para educar a 100, 1000, etc...
Después de la persecución, el veredicto de absolución restablece el honor, y espero que la serenidad, a estas personas, contra las cuales se había abierto una cacería insultante e indigna. Con tal de que aprendieran la lección, que no se inmiscuyeran y dejaran especular en paz. El juez en un acto de justicia, tardía pero justicia al fin y al cabo, ha corregido el afán persecutorio y el exceso de celo del fiscal.
A tres años de esa ejemplar movilización cívica, protagonizada por tantos ciudadanos entre los cuales estaba Vicent Martí, todo un ejemplo de amor, dedicación y empeño en defensa de l'horta, nos hemos encontrado con una denuncia contra él y otros cuatro agricultores. Entre otras, se les acusa de desorden público, de altercados y de haber interrupido el pleno. Todo según un guión muy bien escrito y mejor ejecutado: hay que perseguir y golpear a los que se oponen a las maquinas, buscando los cabezas de turco, mejor si son de los que con su ejemplo demuestran que la tierra de l´horta es rica y da mucho frutos. Condenar a cinco (con penas de hasta 6000€ de multa) para educar a 100, 1000, etc...
Después de la persecución, el veredicto de absolución restablece el honor, y espero que la serenidad, a estas personas, contra las cuales se había abierto una cacería insultante e indigna. Con tal de que aprendieran la lección, que no se inmiscuyeran y dejaran especular en paz. El juez en un acto de justicia, tardía pero justicia al fin y al cabo, ha corregido el afán persecutorio y el exceso de celo del fiscal.
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