Mientras Estocolmo celebra la elección de Ciudad Verde Europea (para muestras un botón: desde el 1990 ha reducido sus gases de efecto invernadero un 25%), el equipo de Gobierno de la ciudad de Valencia es incapaz de presentar un plan mínimamente elaborado para reducir nuestras emisiones a la atmósfera (que están dsiparadas, más de un 90% sobre el año base de 1990).
Los primeros datos del plan de reducción del CO2 hechos públicos por la Concejala Ramón-Llin son muy decepcionantes, porque siguen centrando sus objetivos en avances muy limitados (y casi anecdóticos), sin entrar en el fondo de la cuestión: la regulación y reducción del tráfico rodado, mayor responsable de la emisiones de gases de efecto invernadero.
El Pacto de Alcaldes recientemente firmado en sede europea plantea un importante reto, la reducción del 20% de emisiones de CO2 de las ciudades firmantes para el año 2020. Un objetivo que se puede conseguir, que pero obliga a la Concejalia de Cambio Climático a abordar la cuestión con más empeño de lo que lo ha hecho desde que fue instaurada. Ya que según la misma Concejala Ramón-Llin, las actuaciones han sido aisladas y muy limitadas, con propuestas más bien frívolas (véase las cocinas solares), o con decepcionantes actuaciones que han recibido el castigo de los expertos (las críticas recibidas en el reciente Congreso Nacional de Medio Ambiente).
Para conseguir el ansiado objetivo, que está a la portada de la Ciudad de Valencia, la Concejala Ramón-Llin tiene que empezar a tomarse en serio el cambio climático, tiene que interiorizarlo y hacer que todo el equipo de gobierno se lo crea: a nuestro juicio, eso es lo que falta todavía en la acción de gobierno del Ayuntamiento de Valencia. Buena muestra de ello son las propuestas que ha puesto sobre la mesa la Concejalia de Cambio Climático: una actuaciones muy aisladas y de muy corto recorrido, que vaticinamos que no nos harán conseguir el objetivo firmado.
Entrando en el fondo de las propuestas, todo y que la extensión del carril bici sea muy positiva, por si sola no será suficiente para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero: seguirá aumentando el número de ciclistas urbanos,un hecho que nos llena de alegría y de esperanza. Pero no de manera decisiva para que influya en una reducción apreciable del tráfico de coches. En las actuaciones combinadas de fuerte potenciación del transporte público, limitación de tráfico rodado y reducción del número de vehículos privados que circulan por la ciudad, radica el nudo gordiano de la consecución de los objetivo contenidos en el Pacto de Alcaldes.
Otros comentarios de la Concejala dejan perplejos y bastante preocupados, ya que hay una confusión de base, no sabemos si interesada..., por ejemplo con respecto a la función de sumidero de gases de efecto invernadero que cumplen las zonas verdes, como a juicio de Ramón-Llin lo hacen la Devesa y el Saler es verdad que las zonas verdes actúan de esa forma, es muy limitado comparado con las fuertes emisiones que tenemos; además en nuestra ciudad las zonas verdes alcanzan tan solo 5mq por habitante, la mitad de Madrid, por lo tanto muy insuficientes.
Nuestra ciudad puede ser pionera en la reducción del CO2, porque tiene la capacidad y el compromiso ciudadano para hacerlo. Es ya una realidad, que la sociedad está dispuesta a cambiar hábitos y costumbres. Por eso le pedimos al Gobierno Municipal más coraje y más decisión para presentar un programa más ambicioso, que se centre en los apartados donde se puede incidir de una manera más profunda, donde los resultados sean más apreciables: reducción del tráfico (un Plan de Movilidad Sostenible), más transporte público, reducción a la mitad del gasto energético (menos y mejores farolas, más eficiencia energética), más energía renovable (todos los edificios públicos y las piscinas municipales equipadas con paneles solares), duplicar cómo mínimo las zonas verdes.
Los primeros datos del plan de reducción del CO2 hechos públicos por la Concejala Ramón-Llin son muy decepcionantes, porque siguen centrando sus objetivos en avances muy limitados (y casi anecdóticos), sin entrar en el fondo de la cuestión: la regulación y reducción del tráfico rodado, mayor responsable de la emisiones de gases de efecto invernadero.
El Pacto de Alcaldes recientemente firmado en sede europea plantea un importante reto, la reducción del 20% de emisiones de CO2 de las ciudades firmantes para el año 2020. Un objetivo que se puede conseguir, que pero obliga a la Concejalia de Cambio Climático a abordar la cuestión con más empeño de lo que lo ha hecho desde que fue instaurada. Ya que según la misma Concejala Ramón-Llin, las actuaciones han sido aisladas y muy limitadas, con propuestas más bien frívolas (véase las cocinas solares), o con decepcionantes actuaciones que han recibido el castigo de los expertos (las críticas recibidas en el reciente Congreso Nacional de Medio Ambiente).
Para conseguir el ansiado objetivo, que está a la portada de la Ciudad de Valencia, la Concejala Ramón-Llin tiene que empezar a tomarse en serio el cambio climático, tiene que interiorizarlo y hacer que todo el equipo de gobierno se lo crea: a nuestro juicio, eso es lo que falta todavía en la acción de gobierno del Ayuntamiento de Valencia. Buena muestra de ello son las propuestas que ha puesto sobre la mesa la Concejalia de Cambio Climático: una actuaciones muy aisladas y de muy corto recorrido, que vaticinamos que no nos harán conseguir el objetivo firmado.
Entrando en el fondo de las propuestas, todo y que la extensión del carril bici sea muy positiva, por si sola no será suficiente para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero: seguirá aumentando el número de ciclistas urbanos,un hecho que nos llena de alegría y de esperanza. Pero no de manera decisiva para que influya en una reducción apreciable del tráfico de coches. En las actuaciones combinadas de fuerte potenciación del transporte público, limitación de tráfico rodado y reducción del número de vehículos privados que circulan por la ciudad, radica el nudo gordiano de la consecución de los objetivo contenidos en el Pacto de Alcaldes.
Otros comentarios de la Concejala dejan perplejos y bastante preocupados, ya que hay una confusión de base, no sabemos si interesada..., por ejemplo con respecto a la función de sumidero de gases de efecto invernadero que cumplen las zonas verdes, como a juicio de Ramón-Llin lo hacen la Devesa y el Saler es verdad que las zonas verdes actúan de esa forma, es muy limitado comparado con las fuertes emisiones que tenemos; además en nuestra ciudad las zonas verdes alcanzan tan solo 5mq por habitante, la mitad de Madrid, por lo tanto muy insuficientes.
Nuestra ciudad puede ser pionera en la reducción del CO2, porque tiene la capacidad y el compromiso ciudadano para hacerlo. Es ya una realidad, que la sociedad está dispuesta a cambiar hábitos y costumbres. Por eso le pedimos al Gobierno Municipal más coraje y más decisión para presentar un programa más ambicioso, que se centre en los apartados donde se puede incidir de una manera más profunda, donde los resultados sean más apreciables: reducción del tráfico (un Plan de Movilidad Sostenible), más transporte público, reducción a la mitad del gasto energético (menos y mejores farolas, más eficiencia energética), más energía renovable (todos los edificios públicos y las piscinas municipales equipadas con paneles solares), duplicar cómo mínimo las zonas verdes.
2 comentarios:
Hacía mucho que no entraba por aqui, me alegra observar cómo bulle la actividad bloguera.
Dentro del Plan de Movilidad Sostenible, y de hecho, de cualquier otro plan que pretenda ser efectivo, es necesaria la implicación de todos los municipios de la llamada "ciudad real".
Saludos
La blogalaxia valenciana hierve, está un aplena forma y se ha convertido en una referencia imprescindible para explicar la realidad.
Sobre el Plan de Movilidad, como bien sabes es imprenscidible adoptarlo cuanto antes para mejor las condiciones de vida en la ciudad de Valencia y su área metropolitana. La ciudad real, que vive y sufre la dejadez, la falta de coraje y de soluciones para que sea más habitable, más limpia y más sana.
Saludos y gracias por tu aportación!
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