Loable iniciativa, que solamente se le podía ocurrir a la Policía Local, en coordinación estrecha con la asociación Amigos del Cohete... Lo que se enseña, obviamente, no va dirigido a un uso en edad temprana más bien parco de los masclets; es más bien una especie de Educación para la Ciudanía en versión Mascletero-Fallera.
Al parecer, el niño valenciano desde la más tierna edad, tiene no solo el derecho si no también el deber de disparar petardos, cohetes y demás armamento explosivo que se encuentre en el mercado. Una educación en valores que no se puede dejar en manos de cualquiera, y menos aún de los padres, que serían capaces de poner en manos de los chavales cualquier cosa con tal de que demuestren su respeto y amor a las tradiciones valencianas. Así que la Policía Local de Valencia se está haciendo cargo del asunto, con una diligencia y un apego al deber dignos de mención.
De momento, ningún padre ha expresado su deseo de objetar, ni siquiera ha acudido a los tribunales para mostrar su total desacuerdo con esa imposición municipal, a través de la cual se quiere adotrinar a los hijos al uso masivo de tracas. Con la conseuencias facilmente imaginables sobre los valores éticos y morales de la prole valenciana.
A tan solo pocas horas del comienzo de la Primera Mascletá del año, no podíamos dejar de comentar esta brillante actividad promovida por los custodios del orden y la salud pública. Seguro que como nosotros, también el Tio Masclet se estará regocijando de satisfacción!
Al parecer, el niño valenciano desde la más tierna edad, tiene no solo el derecho si no también el deber de disparar petardos, cohetes y demás armamento explosivo que se encuentre en el mercado. Una educación en valores que no se puede dejar en manos de cualquiera, y menos aún de los padres, que serían capaces de poner en manos de los chavales cualquier cosa con tal de que demuestren su respeto y amor a las tradiciones valencianas. Así que la Policía Local de Valencia se está haciendo cargo del asunto, con una diligencia y un apego al deber dignos de mención.
De momento, ningún padre ha expresado su deseo de objetar, ni siquiera ha acudido a los tribunales para mostrar su total desacuerdo con esa imposición municipal, a través de la cual se quiere adotrinar a los hijos al uso masivo de tracas. Con la conseuencias facilmente imaginables sobre los valores éticos y morales de la prole valenciana.
A tan solo pocas horas del comienzo de la Primera Mascletá del año, no podíamos dejar de comentar esta brillante actividad promovida por los custodios del orden y la salud pública. Seguro que como nosotros, también el Tio Masclet se estará regocijando de satisfacción!
4 comentarios:
Madre mia, luego dicen. Yo soy valenciano pero antipetardista y no comparto nada la tradición valenciana, y permiteme añadir, me parece inadecuada e incluso digna de prohibición.
Creo que no conozco ninguna cultura en el mundo (al menos de cierto grado tecnológico) en el que su principal fiesta tenga como tradición el libre uso pirotécnico. Además, un uso que como todos sabemos resulta de gran interés a los niños y que no contribuyen para bien a su desarrollo moral o como persona.
Las razones son tan obvias que no merece la pena citarlas por enésima vez, puesto que únicamente atendiendo al peligro que conlleva el uso de petardos, creo que sería motivo suficiente para prohibirlos. Año tras año se dan casos de niños con dedos amputados o denuncias que acusan a X persona de haberle lanzado un petardo. Y es que nada más lejos de la realidad. Ir andando en fallas por la calle, es aunque nos pese, un peligro. Quien sabe si al doblar la esquina un chico ha tirado un petardo y te impacta a ti cuando giras, por ejemplo.
Y lo peor de todo son los códigos de conducta a los que incitan, y lo poco o nada que hacen los padres por prohibirselo a sus hijos o al menos limitarles e instruirles adecuadamente de su delicado uso. No me extrañaría que funcionara como un impulsador de la violencia o de los métodos inadecuados. Habría que preguntarse si los de la ETA fueron valencianos en sus inicios, jaja.
Como siempre digo, lo mejor de las fallas el ambiente (referido a "gran cantidad de personas") y por supuesto, Dios Baco.
Querido Alberto, que te voy a contar que no sepas ya...La realidad supera una vez más a la ficción, sobre todo si se trata de la ciudad de Valencia.
La última entrega de esta saga infinita nos la sirven en bandeja la Policía Local y la Junta Central Fallera, que imponen una Educación para la Ciudadanía un tanto sui generis...
En todas partes cuecen habas? Más bien, un "petardo para todos!", pero eso sí con seguridad...
Me encanta la fina ironía del artículo. Das en el clavo. Esto es Valencia uff.
Los que no respetan las tradiciones y las insultan sin tolerancia alguna no son personas dignas de contestación por mi parte, por lo tanto, si no les gustan nuestras tradiciones del fuego que se aguanten, ni mas ni menos, queridos amigos, ni mas ni menos.
Me parece una labor extraordinaria por parte de la policía local de valencia son nuestras costumbres y tradiciones y hay que potenciar nuestra cultura del fuego siempre con el buen aprendizaje y el buen uso de los artificios pirotécnicos tan arraigados a los valencianos pertenecientes al arco mediterráneo y que es reconocida en todo el mundo, animo que ese es el camino a seguir.
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