Llegó el día, un nuevo 8 de marzo, día de la mujer. Una ocasión renovada para manifestarse, para reivindicar que a pesar de todo, de los avances y las promesas, de la legislación y los compromisos, las mujers siguen estando en situación de desigualdad. Con respecto a los hombres y en muchos campos: una sospecha que una mujer por ser mujer (siplemente por eso!) no consigue quitarse de encima. Sospechosa, a los ojos de una sociedad que sigue siendo machista en muchos apartados, de no saber hacer el trabajo igual de bien, de tener menor capacidad y liderazgo, sospechosa en pleno siglo XXI por su sexualidad, sospechosa por querer ser libre de los roles que algunos insisten en asignarle. Y que cuando consigue una relevancia social mercé a su esfuerzo y su capacidad, sigue siendo sospechosa, encerrada en un rol institucionalizado que le ha sido asignado de antemano por el mundo masculino.
El aura de sospecha no mejora a medida que más mujeres ocupan puestos de importancia, muchas veces porque estas mismas mujeres son adalides de la perpetuación de roles predefinidos y tipificados en el curso de los siglos. Mujeres como la Alcaldesa de Valencia Rita Barberá que da por conseguidos los plenos derechos e igualdad de las mujeres con respecto a los hombres, con lo cual no hace falta ya estar reivindicando. Estas mismas actitudes, esta permanente vacancia de la Alcaldesa de la primera línea de las peticiones de plena igualdad, de libertad plena y plenos derechos, contribuyen a impedir que se consiga una sociedad en la cual el 8 de marzo haya desaparecido, porque no tiene ya sentido celebrar la mujer un solo día.
¡Porque se estará celebrando todos los días del año!
El aura de sospecha no mejora a medida que más mujeres ocupan puestos de importancia, muchas veces porque estas mismas mujeres son adalides de la perpetuación de roles predefinidos y tipificados en el curso de los siglos. Mujeres como la Alcaldesa de Valencia Rita Barberá que da por conseguidos los plenos derechos e igualdad de las mujeres con respecto a los hombres, con lo cual no hace falta ya estar reivindicando. Estas mismas actitudes, esta permanente vacancia de la Alcaldesa de la primera línea de las peticiones de plena igualdad, de libertad plena y plenos derechos, contribuyen a impedir que se consiga una sociedad en la cual el 8 de marzo haya desaparecido, porque no tiene ya sentido celebrar la mujer un solo día.
¡Porque se estará celebrando todos los días del año!
2 comentarios:
igualment, feliç 8 de març giuseppe! :)
- la prima de elvira hahaha
Feliz y reivindicativo 8 de març, Gloria!
Gracias por dejar tu comentario, me alegro que te haya gustado lo que he escrito.
besos
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