Finalmente, como ha venido pidiendo (más por pasiva que por activa...), Francisco Camps tendrá la posibilidad de explicar, con todo lujo de detalles y con facturas en mano, si ha recibo trajes de parte de Orange Market y de su amiguito del alma Álvaro Pérez, El Bigotes. Y sobretodo, en concepto de qué ha recibido esos costosos obsequios. El todavía President de la Generalitat nos ha asegurado que todo tiene una explicación, que la vocación suya y la de su Gobierno es la transparencia, y que se quedarán con dos palmos de narices los que han emprendido esta persecución política carroñera.
La decadencia moral y la ausencia de ética pública de Camps es tal, que ni siquiera la circunstancia de que es la primera vez en la historia que el President de la Generalitat Valenciana está imputado, por un delito de cohecho!, sea motivo suficiente para mostrar señales de arrepentimiento. En los últimos tres largos meses, desde que ha explotado en los atónitos rostros de los dirigentes del Partido Popular esa bomba a orolojería llamada caso Gürtel y su versión autóctona Orange Market, hemos asistido a una constante huida hacia adelante, a todas luces infructuosa, para tapar las fallas que una tras otra se abrían en la línea de flotación de ese barco a la deriva en el cual se ha convertido el Consell de la Generalitat.
Mañana, bien arropado por un tropel de incondicionales, y escoltado por el estrafalario Secretario Regional del PP Ricardo Costa, también imputado en la causa, del Presidente Camps esperamos una cosa: que explique a los valencianos con pelos y señales el porqué de esas amistades peligrosas, la razón de los continuos favores en forma de contratos públicos para El Bigotes y Ulibarri; que muestre las facturas de los trajes que insiste en perjurar que ha comprado de su bolsillo; que nos demuestre que estamos delante de una persecución, de una caza de brujas orquestrada por la oposición que a su decir no tiene otros argumentos y programas para ganar la elecciones.
El indigno espectáculo dado por el Partido Popular en las últimas semanas nos hace reponer pocas esperanzas en su altura democrática. La escena protagonizada por la Presidenta de Les Corts, Milagrosa Martínez, demostrando que para ella el rol institucional super partes es una broma; que expulse a Mónica Oltra, Síndica del Compromís, y que lo haga baja la batuta del portavoz adjunto del PP Rafael Maluenda, nos da la medida del agobiante clima autoritario al cual están sometidas todas la instituciones de nuestra comunidad.
Y de la necesidad urgente de regeneración democrática!
La decadencia moral y la ausencia de ética pública de Camps es tal, que ni siquiera la circunstancia de que es la primera vez en la historia que el President de la Generalitat Valenciana está imputado, por un delito de cohecho!, sea motivo suficiente para mostrar señales de arrepentimiento. En los últimos tres largos meses, desde que ha explotado en los atónitos rostros de los dirigentes del Partido Popular esa bomba a orolojería llamada caso Gürtel y su versión autóctona Orange Market, hemos asistido a una constante huida hacia adelante, a todas luces infructuosa, para tapar las fallas que una tras otra se abrían en la línea de flotación de ese barco a la deriva en el cual se ha convertido el Consell de la Generalitat.
Mañana, bien arropado por un tropel de incondicionales, y escoltado por el estrafalario Secretario Regional del PP Ricardo Costa, también imputado en la causa, del Presidente Camps esperamos una cosa: que explique a los valencianos con pelos y señales el porqué de esas amistades peligrosas, la razón de los continuos favores en forma de contratos públicos para El Bigotes y Ulibarri; que muestre las facturas de los trajes que insiste en perjurar que ha comprado de su bolsillo; que nos demuestre que estamos delante de una persecución, de una caza de brujas orquestrada por la oposición que a su decir no tiene otros argumentos y programas para ganar la elecciones.
El indigno espectáculo dado por el Partido Popular en las últimas semanas nos hace reponer pocas esperanzas en su altura democrática. La escena protagonizada por la Presidenta de Les Corts, Milagrosa Martínez, demostrando que para ella el rol institucional super partes es una broma; que expulse a Mónica Oltra, Síndica del Compromís, y que lo haga baja la batuta del portavoz adjunto del PP Rafael Maluenda, nos da la medida del agobiante clima autoritario al cual están sometidas todas la instituciones de nuestra comunidad.
Y de la necesidad urgente de regeneración democrática!
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