LA JUSTICIA ESTRECHA EL CERCO Y EL PP BUSCA EL PLEBISCITO

La semana horribilis del President Camps y de todo el PP valenciano, ha terminado con una gran orgía de militantes en el primero de los tres actos de la campaña de las europeas que Mariano Rajoy protagonizará en el País Valencià. Como era previsible, de Europa y las elecciones del 7 de junio se habló poco o nada. Todas las intervenciones se centraron en atacar a los que han organizado este gran complot contra estos "ciudadanos ejemplares" que según Rajoy son Carlos Fabra, Trillo, Camps (y suponemos que los demás imputados de la trama Gürtel/Orange Market).

Unos hombres de bien, destacados miembros del Partido Popular, que están sometido a un verdadero escarmiento público por los "inquisidores del siglo XXI", que están persiguiendo con fines políticos al Presidente Camps y suponemos a Carlos Fabra. Pero aseguran que no lo conseguirán, porque los valencianos están de su parte y lo demostrarán votando masivamente a favor del partido de la gaviota: será la demostración de que los valencianos estamos contentos con el PP, que los casos de corrupción y las imputaciones de los líderes del partido son falsas y se trata de unas maniobras torticeras y antidemocráticas. Esa es la apuesta, a cara o cruz, que ha hecho el equipo de Rajoy, para franquear la sima en la cual se están irremediablemente hundiendo.

Los 2 años de cárcel que la fiscal pide para Carlos Fabra o el cúmulo de evidencias contra Francisco Camps y Ricardo costa (las últimas: 3000€ en entradas de circo que el Bigotes habría regalado a Camps, o la conversación entre el Segretario Regional del PP y el Bigotes donde este último le dice "tenemos un marrón", al sospechar que había una investigación en marcha por parte de la Fiscalía), se quieren liquidar con el plebiscito de la urnas. Con una especie de salvaconducto electoral que limpiará de todas la culpas y sospechas, para así resurgir de las cenizas y el barro con el cual los adversarios quieren manchar la honorabilidad del PP y de sus dirigentes.

La maniobra es arriesgada, pero es la única que tienen en estos momentos. Está bien pensada, aunque los infructuosos resultados de las anteriores teorías de la conspiración, no dejan mucho espacio para la esperanza de que esta vez sí que vaya a salir bien. Sobre todo si seremos listos y dejemos caer la sentencia de las urnas sobre las espoleadas y cargadas espaldas del PP. Nosotros no estamos dispuesto a que se salgan de rositas, seremos su sombra y nuestro dedo los apuntará para reclamar justicia, transparencia y regeneración democrática.