18 de agosto de 2009

LA CONCEJALÍA FANSTASMA

La ciudad de Valencia cuenta desde más de 2 años con una Concejalía de Cambio Climático. La creación de esa delegación fue tachada nada menos que de pionera por la recién reelegida Alcaldesa Rita Barberá. La responsable del Área iba a ser un político de raza: la ex diputada en el Congreso, ex Consejera de Agricultura, ex miembro del derechista partido nacionalista Unión Valenciana Sra. María-Ángeles Ramón-Llin, el fichaje estrella de Barberá para dirigir esa Concejalía que revolucionaría las políticas del Ayto. gobernado por el PP. Muchos ciudadanos y ecologistas nos frotamos las manos de satisfacción, nuestras peticiones habían sido oídas y finalmente Valencia se convertía en la ciudad española símbolo de la sostenibilidad y de las políticas ambientales.

Chirriaban, sin embargo, algunas decisiones que se tomaron casi de forma simultanea, como la aprobación de ese Gran Premio de Formula1 en un circuito urbano, que arrojaría miles de toneladas de CO2 al atmósfera. Era una señal inequívoca, el símbolo de lo que a dos años vista podemos calificar de actividad fantasmal del fichaje estrella, salvo los elogios a las bondades de las cocinas solares para la cocción de las longanizas o las promesas incumplidas de reducción del destarifado alumbrado público de la ciudad. Del resto, si no acudimos a una sesión de espiritismo, poco se sabe de la actividad de la Concejalía de Cambio Climático; aparte, claro está, del dato que acabamos de conocer: de los pobres 200.000€ asignados en el presupuesto del 2008, la Sra. Ramón-Llin no ha dispuesto ni un céntimo para paliar las emisiones de gases de efecto invernadero de la ciudad de Valencia, que se sitúan un 85% por encima de lo establecido por el Protocolo de Kyoto.

Un fantasma merodea por Valencia....la Concejala de Cambio Climático!

13 de agosto de 2009

APAGADO EL CIRIO A SAN SCHUMACHER...F1 HACIA EL DESASTRE!

Toda las instituciones públicas volcadas con la F1...

El circuito urbano de F1 en la ciudad de Valencia tenía todas las papeletas de un previsible y esperado desastre. Estaba cantado que no iba a convertirse en ese evento internacional que movilizara a multitudes de turistas nacionales e internacional. Por más que nos intentaran convencer de las bondades visuales del trazado, se queda a años luz de las abasurdas pretensiones de que se pareciera a el de Montecarlo. Sin hablar de la decadencia de la Formula1 y de que se pretende que tenga éxito de público dependiendo de las posibildades únicas y exclusivas de Fernando Alonso. De hecho, el poco oculto objetivo propagandístico de Generalitat y Ayuntamiento era ese, crear tal expectativas entre los valencianos, a las puertas de las elecciones de 2007 (todos recordamos los subterfugios y el impresentable chantaje de Camps y Barberá para realizar la prueba, supeditándola a su reelección), para hacer caja en las urnas y seguir la estela de la transformación de la ciudad de Valencia en un gran parque de atracción. La estrategia funcionó, cumplió sobradamente las expectativas del PP, la de llenarse de votos. Del resto de expectativas, según mi modesta opinión las que menos les importaban, vemos ahora donde han ido a parar, han acabado en el vertedero de los eventos emblemáticos. Un vertedero ya saturado!

La penúltima esperanza, ese cirio encendido al altar de San Schumacher, llamado a revitalizar la floja venta de entradas con su inesperada participación en la competición (después del desafortunado accidente de Massa en Hungría), ha visto su llama apagarse repentinamente. El heptacampeón alemán ha anunciado que no participará en la carrera de Valencia, porque no está en condiciones físicas adecuadas para aguantar una dura carrera. Esa noticia ha encendido todas las alarmas, el acojono por la ausencia de Alonso se ha transformado en verdadero pánico, una "muy mala noticia" en palabra de Aspar. A partir de ahí todos a atacar al alemán y a Ferrari por haber despertado ilusiones que no cumplirán, en la línea de la actitud ya típica de buscar la culpa ajena en lugar de mirar los errores propios.

Sin embargo no han pensado quedarse de brazos cruzados, la maquinaria sigue en marcha para salvar los muebles y no quedar con el culo al aire. Si no se venden las entradas porque hay muy pocos interesados en esa carrera de Formula1, entonces se recurre al plan B. El de la caja B, la caja pública en la que los liberales de pacotilla del gobierno valenciano metan las garras siempre que necesitan remediar sus necias decisiones (que es casi siempre!). Se están viendo regalos de entradas a mansalva por todas partes, en los periódicos, en los comercios, en la tele, hasta Bancaja parece que esté regalando una cantidad exagerada de entradas. Todo por supuesto a cuesta del erario público, porque seguro que el coste de esas entradas al final será sufragado por la Generalitat. Vía una subvención extraordinaria o algo por el estilo, a la empresa Valmorsport, esa tapadera bajo disfraz empresarial que se creó para dar a entender que de la prueba de Formula1 se ocuparía una empresa privada, que correría con los gastos. Crasa mentira!

12 de agosto de 2009

FALLECE EL CONSELLER DE MEDI-AMBIENT GARCÍA ANTÓN

El Conseller de Medio Ambiente y Urbanismo de la Generalitat Valenciana Jose Ramón García Antón falleció ayer en su casa de Sant Vicent del Raspeig, a los 61 años de un paro cardiaco. Desde esta tribuna el más sentido pésame a toda la familia que llora su pérdida.

Algunas consideraciones sobre el rol del desaparecido García Antón en su faceta de gestor político en cargos de altísima responsabilidad en la Generalitat Valenciana, a partir del 1995, cuando Zaplana lo fichó como Director General de la Conselleria de Obras Públicas. García Antón era ingeniero de caminos, que fundamentalmente desarrolló su actividad profesional en ámbito universitario y como ingeniero jefe del Ayto de Benidorm, donde trabajó en el sistema de abastecimiento de aguas, siendo su especialidad la de Ingeniería Hidráulica. Una intachable trayectoria profesional y académica, según los que le conocieron. Empañada, según mi manera de ver, por su entrada en la política de la mano del entonces nuevo y flamante Presidente de La Generalitat Eduardo Zaplana, en el citado año 1995. A partir de allí se empezaron a fraguar los proyectos faraónicos de Terra Mítica y el despilfarro en grandes infraestructuras, sobre todo autovías y autopistas, que cambiaron a peor la cara del País Valencià. En ese periodo empezó la estrategia del todo urbanizable, la construcción exagerada de todo el litoral valenciano, la multiplicación destarifada de las urbanizaciones y adosados en toda la costa. Unas agresiones incontroladas que han destruido centenares de km. de zonas vírgenes, de belleza inigualable, perdidas para siempre.

Su carrera política no se paró cuando el testigo pasó a Camps, en el año 2003. Asumió la nueva cartera de Conseller de Infraestructuras, que ostentaba ese fatal 3 de julio de 2006: el accidente de metro más grave en la historia de España y del resto de Europa, con el fallecimiento de 43 personas y otros 47 heridos con secuelas para el resto de su vida. La Generalitat Valenciana y el Ayto de Valencia volcados en la visita del Papa, con un presupuesto desorbitado (El Bigotes y Correa al parecer también mojaron...), gastando "lo que haga falta" según palabras de los coordinadores del acto (los miembros del Opus Dei, Juan Cotino y Miguel Domínguez). Con gastarse lo que hiciera falta para el Papa, evidentemente para la seguridad del metro no había ni ganas ni dineros. El accidente cayó como un jarro de agua fría sobre las expectativas del Consell, que tuvo que dar la cara; por supuesto le tocó a García Antón, responsable máximo del Metro, que superado el primer acongojo, despachó la tragedia lanzando mensajes tan contraditorio y que convergían hacia la creación de una tesis prediseñada. Que se apoyaba sobre la muerte del conductor, otra víctima más, que no se podía defender y que hizo el papel de su vida: el de chivo expiatorio. El fallecido Conseller cargó sobre la espalda del pobre conductor toda la culpa: "la causa más probable del siniestro es una 'inconsciencia o indisposición' del maquinista del metro", según reportan los periódicos de aquel día. Era tal el disgusto que nos provocó el accidente y la posteriores muestras de cinismo (la misa por los fallecidos de prisa y corriendo, porque llegaba el Papa...), la estrategia de cargar la culpa al conductor por la excesiva velocidad, la falta de asunción de responsabilidades (todos siguen en su puesto, Marisa Gracia gerente de FGV, el propio Garciá Antón hasta ayer, otros responsables de gestión del Metro, el mismo Conseller Castellanos que se encargó de la defensa cerrada de la tesis preconcebida durante esa infamante comisión farsa de agosto de 2006, que se cerró en falso en tan solo 5 día). Esa mancha le ha perseguido a García Antón durante todo este tiempo, su consciencia no tuvo un solo remordimiento, no recibió siquiera a los familiares de las víctimas, y no tuvo el valor y la dignidad de dimitir después de un acontecimiento de tal gravedad.

Ahora el señor García Antón ostentaba el cargo de Conseller de Medio Ambiente y Urbanismo, con muchas sombras y muy poca defensa del medio-ambiente, sin ir más lejos los incendios que han arrasado decenas de miles de hectáreas: solo después de la quema la Conselleria publicó la convocatoria de ayudas para la eliminación de los restos agrícolas y vegetación en cultivos agrícolas de secano, que había tenido bloqueado durante meses y que iban a ser financiados integralmente por la Comunidad Europea y el gobierno Central. O sea que mucha parte de la culpa de los incendios la tiene la Conselleria por no haber hecho los deberes y cuidar los montes durante el periodo invernal. Sin hablar de la indulgencia con los abusos urbanísticos y la construcción en lugares protegidos, que el Conseller seguía avalando y promoviendo, como en el caso del Nou Mil.leni de Catarroja tumbado dos veces por la justicia, o las continuas peticiones del transvase del Ebro o del Xuquer, para seguir con la descabellada actividad urbanizadora destructiva. Hasta la fabricación de otra teoría de la conspiración, a las cuales el PP está abonado..., para descalificar las investigaciones de la Comisión Europea sobre los abusos urbanístico y la condena en firme de las prácticas destructivas del territorio llevadas a cabo en los últimos 15 años.

Muchas sombras y pocas luces en la gestión del Conseller ahora fallecido, que dejó a más de uno estupefacto por el nivel de crispación que había alcanzado en su trayectoria política, después de una hoja de servicio profesional dicreta e intachable. Ahora estarán empezando las beatificaciones, a las cuales no nos podemos sumar, porque sería verdaderamente hipócrita por mi parte. Mientras, el Consell no se tomará la molestia de sustituirlo: la vacante no se notará mucho, dada la ausencia de un Conseller en los temas que importan, como la defensa del medio ambiente, completamente olvidadas y borradas de la nomenclatura misma de la Conselleria.

8 de agosto de 2009

LA VALENCIANIDAD DEL PP

La pertenencia a un pueblo y a su tierra se materializa a veces de manera tan intermitente y de forma tan incierta, que muchas veces es difícil distinguirla, incluso a hacerle caso y a tomársela en serio. Algo así les suele pasar a los dirigentes del PP, que sufren durante periodos transitorios, a veces demasiado largos, un prolongado fundido en negro de sus presuntos sentimientos valencianos. En ocasiones llegan incluso a confundir el apego a sus raíces con decisiones contradictoria y despropositadas, como la permisividad del abuso urbanístico en lugares emblemáticos y protegidos, el aterramiento de marjales y ríos, la destrucción del patrimonio cultural, el agasajo a personajes equívocos etc... En un personalísimo intento de establecer una relación renovada con las señas de identidad, por razones más que evidentes vetada a los demás.

La valencianidad que los efímeros PePeros piden a los demás es muy cercana al esperpento que solía protagonizar el olvidado González Lizondo (el del Pacto del Pollo, que encumbró a un político de nombre Zaplana, de origenes cartageneses, tan valenciano como las coles de bruselas...), que para demostrar las evidentes diferencias entre el catalá y el valenciá, se empecinaba en que se subtitularan, con subtítulos en valenciano, las películas catalanas que se proyectaban en la Mostra de Valencia.

La valencianidad, recalca con sus decisiones la Alcaldesa Rita Barberá, se demuestra dando la llave de la caja pública, esa sí de todos los valencianos, a personajes que hacen bueno el famoso refrán popular "forasters vindrán i de casa ens traurán". Esos Betarellis y esos Ecclestones, que cubiertos de oro, son presentados a la ciudadanía como los que, bombo en mano y pito a los labios, esparcen en el mundo mundial las bondades de esta tierra. Y que a la primera de cambio, con la chequera bien llena, zarpan hacia el nuevo eldorado, dejando atrás un panorama desolador y aterrado por el paso de estos nuevos y modernos atilas. Ni hay que decir lo mucho y lo grande que ha hecho por Valencia un hijo prodigo de esta tierra que responde al ya celebre nombre de Calatrava.
La valencianidad de la etílica Alcaldesa no es moneda de cambio, no se vende por nada, y si para demostrar la contundencia de ese sentimiento hay que arrasar un barrio histórico, memoria viva de Valencia, que se haga y no se hable más! Un buen bolso de Vuitton es más valenciano que unas anchoas, que son cara eh!, que el insulso Zapatero recibe de ese mindundi cántabro...

De todos es conocida la elegancia y el estilo valenciano. Si algunos descreídos cenizos se atreven a ponerla en duda, entonces asoman las figuras de la elegancia y del savoir-faire, los verdaderos hombres como se mueven como tiburones (perdón, peces...) en el mar revuelto de la moda, para que tracen el camino. Ahí reside la diferencia entre la valencianidad bien entendida, nos vienen a decir los prohombres del PP, y el resto de ineptos advenedizos valencianos. En esa diferencia capital reside la fuerza de un nutrido grupo de personas, sabedores de que la valencianidad de los representantes del pueblo está por encima de cualquier consideración ética y moral. Un buen traje y unos buenos zapatos, que le hacen a uno verdaderamente valenciano, valen sus cuartos y que no hay que mirarle la cartilla a los que te proveen de ellos. Está en juego la elegancia de un pueblo, su historia y su reconocimiento nacional e internacional, por eso si hay que aprobar una cuantas cosillas de nada, si hay que tener el engorro de estar troceando los importes de las asignaciones, se hace y punto. La valencianidad por encima de todo!

Las pruebas de valencianidad son indispensables para poder representar esta tierra, para hacerla prospera y crecer. El PP nos lo demuestra a diario con su enorme capacidad de hacer crecer la cuentas personales de sus dirigentes, con los agasajos que con marcial puntualidad reciben, con la imprudente subasta a la baja del patrimonio público, con el uso descontrolado de las perversas e inexistentes reglas del juego democrático, que el impúdico contubernio de sus presuntas relaciones amistosas.

4 de agosto de 2009

Salvaconducto para la corruPPción?

Hace casi 35 años Pier Paolo Pasolini, uno de los intelectuales italianos más importantes y comprometidos de todos los tiempos, escribió en un periódico conservador un artículo-requisitoria, "Io so...". Donde expresaba su más profunda convicción moral que detrás de la que en ese momento, la Italia del terrorismo rojo y negro, se vino a llamar la estrategia de la tensión (crear el pánico a través de atentados con bombas, de asesinatos, de secuestros etc...), se encontraban los aparatos del estado dirigidos por la Democracia Cristiana en el poder.

Salvadas las debidas distancias con las situaciones, que en nada son comparables, el fondo de la cuestión que ponía de manifiesto Pasolini es la misma: yo también tengo la convicción moral (ampliamente sufragada por una infinidad de pruebas testificales y documentales, por cierto) que los políticos del PP han cometido delitos de corrupción, que la podredumbre institucional y social se ha extendido hasta un grado muy peligroso, que alcanza a todos los poderes del estado, que implica a la justicia y a los jueces que la interpretan y la imparten.

Yo sé que habéis permitido que una trama corrupta se haya beneficiado de millonarios contratos con la administración; yo sé que esas empresas se han creado expresamente para ese fin, para que hicierais converger enormes caudales de dineros públicos para que luego se repartieran entre todos los cómplices y quizás se beneficiara, a través de financiación ilegal, al PP.

Yo sé que habéis usados la argucia de trocear los contratos para que el importe de cada uno de ellos no fuera superior a 12.000€, para así poder evitar la licitación pública de los mismos y evitar la fiscalización de los órganos de control.

Yo sé, muchos sabemos, que la decisiones se toman entre una misa y la otra, que son avaladas por poderes fácticos que persiguen la estrategia de ocupar el poder de manera indefinida ; con el poco velado objetivo de establecer una especie de Teocracia a la Valenciana, que se está llevando a cabo de manera lenta pero imparable, con la ayuda impagable de los miembros del Gobierno Autonómico que ostentan el carné numerario del Opus Dei; desafiando el sistema democrático y las leyes del Estado, con actos de insumisión y de desacatos que deberían ser castigados con la prisión inmediata e incondicional.

Yo se como habéis degradado y pisoteado el sentimiento de pertenencia de un pueblo entero, manipulando y tergiversando sus creencias, su historia, sus raíces, su lengua. Apuntalando e impulsando el rancio victimismo frente a otros pueblos y a otros gobiernos, para sacar provecho de una imperante llamada a los instintos básicos en contra de vecinos presuntamente malvados, de odiosos conspiradores que quieren el mal de esta tierra, culpándolos de todos los males que presuntamente nos ocurren.

Yo sé como se ha amparado a los corruptos bajo el ala protectora de las Instituciones Democráticas, dándoles el salvaconductos de aforados en las Diputaciones Provinciales, en Les Corts, en el Senados y en el Congreso, para entorpecer el cumplimiento de las condenas.

Yo sé como han condenado a muerte cierta a las miles de personas dependientes y en situación de exclusión, ralentizando y negando la aplicación de la Ley de Dependencia, destinado el dinero público a financiar proyectos faraónicos o a enriquecer los bolsillo de miembros de su mismo Gobierno, privatizando la red de residencia de la tercera edad y los centros de acogida.

Yo sé como han permitido la degradación del territorio, con la aprobación de leyes de urbanismo burla, que han permitido la construcción y la obtención de plusvalía a costa de arrasar lugares de una extraordinaria belleza y valor paisajístico.

Yo sé como han transformado la televisión pública en una emisora búlgara, donde las piruetas manipulatorias, el descaro informativo y la constante negación de la los hechos, han entorpecido el conocimiento de la realidad; donde el trajeado comisiaro político que preside el ente dicta las reglas del oscuratismo y la pandereta elevados a categoría informativa.

Yo sé como se está ejecutando el plan masivo de control social, en base a la decadencia permanente y continuada de la educación pública en favor de una educación sectaria y teledirigida, que privilegia el negocio privado de las escuelas concertadas que promueven los valores y las enseñanzas que perpetuan el diseño de poder que habéis construido.

Yo sé como habéis conseguido amedrentar a la sociedad, que se siente incapaz de responder al desafío autoritario y anticonstitucional, que tiene temor y miedo a expresar su disconformidad con las decisiones que tomáis, porque se sienten amenazados en su libertad por posibles consecuencias en su relación con la administración. Tal es el clima que habéis creado, un retroceso en la libertad individual y colectiva que nos remanda al periodo más oscuro del franquismo.

Yo sé todo esto, tengo la convicción moral que teneis la culpa de todo esto, aunque no lo pueda probar. Yo sé al igual que muchos ciudadanos que todo eso es cierto, lo sabemos y seguiremos denunciándolo hasta que paguen.

Ahora sabemos lo bueno que es para la salvaguarda de uno mismo rodearse de buenos amigos. Que no tienen ningún reparo en jugarse la carrera y la poca credibilidad que les queda para archivar la causa contra Pinocho-Camps y el resto de destacadísimos cargos del PP (Costa, Campos, Betoret). Cometiendo un evidente abuso de poder, en contra de los evidentes indicios probatorios y la declaraciones de testigos, bajo la perspectiva de una posible prevaricación. Habéis obtenido un momentáneo, veraniego y parcial salvaconducto, que os permite salir airoso de un bache que se estaba agrandando bajo las suelas.

Pero yo sé que todo eso que he relatado es cierto y que pronto se desvelará. La partida no ha terminado, solo acaba de empezar y me temo que ese final feliz que pensáis vivir ahora, sea un espejismo que en nada se parecerá al desenlace final.