El cerdo ibérico...De esa guisa, "se trató de un calentón", quizás olvidando añadir "de un calenturiento...". De esa forma (y de otras, muy suaves todas...), el PP ha querido disculpar las palabras asquerosamente machistas y sexistas del Alcalde de Vallodolid León de la Riva. El citado Alcalde, que aunque merezca otro trato, continuaremos a llamar señor para no bajar a su nivel, como es bien sabido comentó el nombramiento de Leire Pajín como Ministra de Sanidad de esta forma: "Cada vez que veo los morritos de Leire Pajín pienso lo mismo, pero me lo callo...".
El consecuente y merecido revuelo ha sido mayúsculo, provocando incluso la intervención, eso sí tardía y con la boca pequeña, de destacados miembros del partido Popular. Que en una calculada y muy ensayada estrategia, en primera instancia han condenado las palabras intolerables del munícipe, tachándolas de "calentón", "desafortunadas", "intolerables", para a rato seguido, y en vez de reclamarle las dimisiones inmediatas, alabar su humildad por haber sido capaz de disculparse. Disculpado? Prestemos atención a las palabras de este señor, recogidas por la Ser, que dan buena cuenta de su machismo cobarde: "Han sido declaraciones desafortunadas. He metido la pata... pero mis comentarios no son machistas. Sí, me he pasado siete pueblos". Hasta aquí nada que objetar... Pero sigamos: "No se trata de temas machistas, podría haber dicho lo mismo para un hombre. Por lo de los morritos, parecen de dibujos animados...la cirugía...y no conozco la conformación...pero muchos hombres también se hacen estas cosas. No es machista, porque podría haber hecho los mismos comentarios con la calva de Rubalcaba...". Huuummm. Verdad que no convence?
Claro que no convence, son tan alucinadas y tan falsas que este señor cree y piensa que nos la creamos. Un señor que, ojo al dato, es Profesor Universitario de Ginecología! Que os parece? Es lo que tiene la represión sexual de este caballero machito, que además cree saber mucho del tema. Es lo que tiene estar en las cloacas (mentales, represivas, físicas): que a uno se le pega la mierda al cuerpo, que se impregna de ese olor rancio, que está hecho de materia podrida hasta las últimas raíces de los últimos pelos.
No esperamos gran cosa del señor León de la Riva, no esperamos en un acto de dignidad que si alguna vez tuvo, ha perdido desde tiempo inmemorable. Lo que sí esperamos, y ya se están produciendo, son las firmes protestas y el aislamiento social y político de este calenturiento personaje, que tiene que sentir el desprecio de toda la sociedad por su lenguaje soez, por unas maneras y unas actitudes indignas e intolerables. Porque palabras y gestos impregnadas de esa carga de violencia, pronunciadas por personajes públicos, representan ejemplos nefastos, que invalidan muchos de los esfuerzos que se están haciendo para erradicar la violencia de género y los asesinatos de mujeres.
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