El PP ha puesto en marcha la máquina del barro, con el intento de persecución perpetrado contra el Col.letiu contra la Corrupción. Un desesperado intento, el de Francisco Camps, mediante la denuncia a los miembros del Colectiu contra la Corrupción, para frenar la Manifestación Contra la Corrupción convocada para mañana 26 de marzo.
Es un acto sin precedentes en nuestra historia democrática. Pero Camps puede estar seguro de que la coacción y la persecución no frenará el derecho de los valencianos a exigir limpieza en las instituciones. Conseguirá el efecto contrario, empujando a los valencianos a bajar masivamente a la calle, para pedir que abandone de inmediato las instituciones que está manchando con su presencia.
Esta denuncia es una barbaridad a la altura de la podredumbre del PP, para coartar y perseguir a los ciudadanos libre de manifestarse contra la Corrupción. Es inadmisible que se intente perseguir, coaccionar y amendrentar a la sociedad valenciana, con una burda y desesperada denuncia contra la libertad de expresión. Que en vez de frenar la Manifestación contra la Corrupción, solo sirve para certificar el miedo y los nervios de Francisco Camps de que los ciudadanos manifiesten masivamente su voluntad firme de que abandone de inmediato las instituciones democráticas de todos los valencianos.
Toda la solidaridad a los miembros del Col.lectiu contra la Corrupción: yo también me autoinculpo por haber dado publicidad y haber promovido la manifestación contra la corrupción, porque ya es un coro unánime de que los valencianos y las valencianas "No Volem un Lladre President".
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