Es un acto sin precedentes en nuestra historia democrática. Pero Camps puede estar seguro de que la coacción y la persecución no frenará el derecho de los valencianos a exigir limpieza en las instituciones. Conseguirá el efecto contrario, empujando a los valencianos a bajar masivamente a la calle, para pedir que abandone de inmediato las instituciones que está manchando con su presencia.
Esta denuncia es una barbaridad a la altura de la podredumbre del PP, para coartar y perseguir a los ciudadanos libre de manifestarse contra la Corrupción. Es inadmisible que se intente perseguir, coaccionar y amendrentar a la sociedad valenciana, con una burda y desesperada denuncia contra la libertad de expresión. Que en vez de frenar la Manifestación contra la Corrupción, solo sirve para certificar el miedo y los nervios de Francisco Camps de que los ciudadanos manifiesten masivamente su voluntad firme de que abandone de inmediato las instituciones democráticas de todos los valencianos.
Toda la solidaridad a los miembros del Col.lectiu contra la Corrupción: yo también me autoinculpo por haber dado publicidad y haber promovido la manifestación contra la corrupción, porque ya es un coro unánime de que los valencianos y las valencianas "No Volem un Lladre President".
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