La desestimación del recurso del concejal de urbanismo Jorge Bellver por parte del Juzgado de Instrucción nº1 abre la puerta al juicio oral, con la posible condena a 8 años de inhabilitación por prevaricación, en el conocido caso del aparcamiento bajo el Jardín de Monforte.
Los argumentos empleado por el juzgado, que habla de "razones bastante evidentes de manifiesta ilegalidad en la concesión de las licencias para la construcción del aparcamiento subterráneo contiguo al Jardín de Monforte", deben ser tomados en serio por el concejal Bellver y la mismísima Barberá, que no puede seguir protegiéndolo, si no quiere mostrarse cómplice de actuaciones ilegales de extrema gravedad.
El auto supone un mazazo para las aspiraciones del Concejal de Urbanismo Bellver. Y pone en evidencia que la política de los hechos consumados - realizar actuaciones urbanísticas de muy dudosa rentabilidad social y al límite de la legalidad vigente- tiene su castigo por parte de la autoridad de justicia y la merecida condena social.
Así las cosas el concejal Bellver ya está tardando en poner su cargo de concejal de urbanismo a disposición, así como renunciar a la responsabilidad de secretario general del Partido Popular de Valencia Ciudad. Las acusaciones son muy serias y Bellver no se puede esconder detrás de los técnicos ni de la supuesta tendenciosidad del juez, que sólo se invoca cuando les interesa.
Cualquier otra decisión o actuación del concejal, así como de la alcaldesa Barberá, sería una muestra más de la irresponsabilidad y el desprecio al estado derecho y a la democracia.
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