Urdangarín y la alcaldesa Rita Barberá en la clausura del Valencia Summit, en octubre del 2004.
El auto de Castro es durísimo: el juez atribuye a Camps y Barberá delitos de malversación, prevaricación, fraude y falsedad. Así lo explica en la exposición razonada, de 70 páginas, que ha remitido al Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV), en la que le propone que asuma la competencia para instruir la parte del caso Nóos que afecta a la supuesta participación de ambos en las negociaciones previas a la firma del convenio del Valencia Summit, por el que el Instituto Nóos percibió alrededor de 3,5 millones de euros públicos.
Con este auto Barberá está en una posición muy muy complicada, que hace que sea más probable y cercana su imputación y la de su compañero de aventuras el ex-presidente de la Generalitat Francisco Camps. Unas circustancias que además producirán un daño difícil de reparar para la imagen y el ya dañado prestigio de la ciudad de València.
El portavoz de Compromís per València Joan Ribó lo resume así "Si con los trajes de Camps y con el escándalo de EMARSA la ciudad de València se convirtió durante mucho tiempo en la capital de la corrupción política en España, ahora la situación amenaza ser aún mucho más grave al afectar de forma conjunta a las dos máximas autoridades políticas: la autonómica y la municipal". Y añade que "lamentamos que si es cierto lo que a bombo y platillo proclama la alcaldesa Barberá: 'No he firmado nada, no he decidido nada, no he mandado nada', no haya tomado la iniciativa de declarar ante el juez Castro por propia voluntad renunciando a su aforo como diputada (que, por cierto, nada tiene que ver con su comportamiento como alcaldesa) para dejar claro su comportamiento y aclarar así su proclamada inocencia"
La alcaldesa Barberá ha elegido su estrategia de defensa. Ahora bien,si jura y perjura que nada tiene que ver con Urdangarín y la trama Nóos, debería de motu propio pedir declarar de manera inmediata ante el TSJ. Si no lo hace, deberá explicar por qué y valorar que ese empecimnamiento no aclarar las cosas ante la autoridad judciail perjudica seriamente la imagen de nuestra ciudad.
Confiamos que tanto la Sra. Barberá como el Sr. Camps no basen su defensa en un proceso dilatorio como hemos visto en muchos compañeros de su partido sometidos a situaciones parecidas. València ya está en el mapa de ciudades españolas y europeas para diversos temas. Algunos buenos que debemos reconocer y alegrarnos y otros por ejemplo nefastos de corrupción y despilfarro, en los que sería deseable y altamente recomendable no destacar. No es ninguna buena tarjeta de presentación que nuestra ciudad se conociera como capital de la corrupción política.
Por eso desde Compromís per València el portavoz Joan Ribó exige a la Alcaldesa que "estudie, analice y prepare un protocolo para que, en caso de producirse una imputación formal deje la alcaldía de forma inmediata de la ciudad de València. Sólo pedimos lo que el Presidente Fabra ha reiterado que hay que hacer en su partido. Ni más ni menos”.