En la tarde de ayer, dos mujeres vestidas con chandal y zapatillas se presentaron en mi casa. Se identificaron como policías nacionales, una de ellas me mostró la placa.
"Estamos investigando un tema de ruidos en esta finca, es usted el presidente?", me preguntó. "No, no lo soy, vivo aquí en alquiler, desde no hace mucho..." fue mi respuesta.
"No sabe quién es el presidente?" inquirió la misma.
"No estoy seguro, creo que la señora del piso de abajo. Han probado a llamar a su timbre?"
"Sí, pero no contesta nadie...", rebatió la misma agente.
Después de un momento de silencio pregunté "Una curiosidad, por qué han llamado a esta puerta? El ruido tiene que ver con este piso?".
Las dos, casi al unísono "No, no que va...hemos llamado a varios timbres y solo nos ha contestado usted. Decía, desde cuándo vive aquí...?", siguieron preguntando.
"Desde hace poco, ya se lo he dicho..."., contesté un tanto sorprendido por la reiteración de la pregunta.
"Bueno, muchas gracias, ya intentaremos otro día para hablar con el presidente..."
"De nada, hasta luego..."
Y así dimos por terminada la conversación, que no duró más de 5 minutos.
Pero, había algo que no cuadraba.
Será la pinta de chandaleras, serán las insistentes preguntas, será por un extraño cosquilleo detrás de la nuca...
Total que bajé al piso de bajo y llamé al timbre.
"Quién es?", se oyó la voz de la vecina. Sorpresa mayúscula! Me quedé unos segundos paralizado, al fin contesté, indeciso "Soy Giuseppe, el vecino de arriba"
"Sí claro, un segundo...".
Dos o tres giro de llaves después, se asoma la vecina "Qué hay, Giuseppe?"
"Nada importante...verás, hace un momento han llamado a mi puerta unas policías nacionales preguntando por una cuestión de ruido en esta finca..." Y así le conté lo que había pasado.
"Hay una cosa curiosa, han dicho que habían llamado a este piso, pero que no había habido respuesta: tú estabas en casa, verdad?"
"Sí sí, toda la tarde, no me he movido de aquí..." confirmo la vecina.
"Pues, es todo muy me extraño", le comenté. "Ya veremos que hay de todo esto. Muchas gracias", rematé despindiéndome.
Desde luego, hay algo muy extraño en esta inesperada visita policial. Empezando por las pintas de las dos policías, y rematando con que la vecina sí que estaba en casa!
Qué estarían buscando? Estaban haciendo algún tipo de reconocimiento? Es esa la forma de proceder de la nacional? O es una iniciativa personal de las dos policías, al margen de su horario de trabajo? Si fuera así, con qué fines? Es eso legal? Y cómo averiguarlo?
Muchas preguntas, sin embargo pocas certezas y aún menos confianza en los métodos poco ortodoxos, de unos cuerpos de policías que han demostrado en sobradas ocasiones, una falta de escrupulosidad en seguir los cauces democráticos de un estado de derecho.
Seguiremos investigando!