Hoy, 11 de julio de 2014, Rita Barberá ha programado 5 minutos de silencio en la fachada del Ayuntamiento. Un acto excepcional reservado para homenajes o denuncias muy relevantes y de especial sensibilidad.
¿Los habrá programado por las víctimas del holocausto palestino ejercido por Israel?, os preguntaréis. ¿Por las víctimas civiles de la crisis generada por la especulación financiera? ¿En recuerdo a las mujeres víctimas del patriarcado? ¿Quizás por las víctimas de su fallido plan del Cabanyal? ¿Habrá querido recordar el asesinato de Guillem Agulló a manos de la extrema derecha? ¿O es un homenaje con retraso —el pasado día 3 no mencionó palabra al respecto— a las víctimas del accidente de metro de 2006 en su octavo aniversario?
No, os equivocáis de todas todas. Son cinco minutos de silencio en homenaje a Miguel Ángel Blanco, vícitma del terrorismo etarra hace 17 años.
Sobran más comentarios.
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