De acceder al gobierno local, propondré que el pleno acuerde que València sea ciudad libre de maltrato animal, para que se atajen las subvenciones públicas a festejos taurinos en la ciudad, de modo que estos eventos deban ser autosuficientes.
Aunque mi deseo sería que las corridas de toros no existieran, no propongo su prohibición, pero sí que sean sus aficionados los que la mantengan. De ese modo, además de evitar la perversión de ver como mientras buena parte de la ciudadanía tiene primeras necesidades sin resolver, algunos organismos públicos se permiten dilapidar parte de sus presupuestos en estos eventos, tendremos la oportunidad de comprobar lo prioritaria que es 'la fiesta' para sus propios aficionados.
La autosuficiencia taurina en la ciudad, entra dentro de un paquete de medidas para encaminarse al objetivo de convertir València en una ciudad libre de maltrato animal. De entrar en el equipo de gobierno municipal, propondré este objetivo a todos los grupos municipales de cara a que lo asuma todo la Corporación municipal, y que se empiece a aplicar de inmediato.
Sus efectos podrían notarse en múltiples aspectos, entre los que destacaría garantizar en fechas como las actuales que las familias puedan acudir al circo sin llevarse la desagradable sorpresa de ver cómo la compañía circense explota a animales.
Los espectáculos con animales se acabarán en breve en Valencia.
En el caso de los circenses, de inmediato, en el de los taurinos por su propio peso, porque serán los taurinos, sin recibir un euro público, los que deberán mantenerlos. Veremos si pueden.
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