La hegemonía de la derecha en València durante las últimas décadas se ha cimentado en la incultura y el odio. Mediante el odio y la violencia, se atacó durante la Transacción o Transición a los gobiernos legítimos, se fomentó la incultura y se inventaron enemigos externos para crear un granero de votos temerosos y fieles. El resultado de todo ello es que València, como han advertido en numerosas ocasiones organizaciones como Movimiento contra la Intolerancia, es ahora un territorio fértil para la extrema derecha y eso hay que atajarlo de raíz. Por ese motivo propongo crear en la próxima legislatura una Comisión de la Convivencia Municipal para hacer de València una ciudad libre de odio racial e ideológico.
Su objetivo será trabajar para la prevención y la actuación transversal contra la violencia de carácter discriminatorio, de odio y de hostilidad que en numerosas ocasiones se ha detectado en la ciudad de la mano de grupos violentos organizados. Sus funciones, las de debatir, validar y activar las diferentes acciones que desde València se pondrán en marcha con el objetivo de favorecer la convivencia, la cohesión social y la erradicación de cualquier tipo de violencia motivada por el racismo, la homofobia y la xenofobia.
Es muy triste que periódicamente la ciudad sea protagonista en los medios de comunicación estatales e internacionales por actos relacionados con la intolerancia o la xenofobia, desde el desfile de esvásticas y ultraderechistas sin consecuencias en el 9 d’Octubre, hasta por las periódicas rondas nocturnas de ‘caza de rojos’ o ‘moros’ de grupos ultras, sin olvidar la “caridad xenófoba” de algunas organizaciones radicales o los ataques a centros sociales o políticos. Y siempre con la complacencia o el visto bueno de la administración.
Para evitarlo, propondré crear esta comisión, con algún precedente similar ya en marcha en algunas localidades del Estado, que integrarán representantes de un amplio abanico de colectivos sociales y políticos, desde miembros del Colegio de Abogados especializados en la materia, el Movimiento Contra la Intolerancia, Amnistía Internacional o SOS Racismo, a representantes de la Universidad, de las fuerzas de policías, de colectivos LGTB, de asociaciones gitanas, de plataformas educativas o las asociaciones vecinales que trabajan por la convivencia en los barrios.
La normalidad con la que la violencia ultra se ha asumido en València ha de ser historia, así como la tolerancia con la extrema derecha mantenida por el gobierno de Rita Barberá para situarse en una falsa posición de centralidad.
Valencia volverá a ser el referente de la tolerancia y de la convivencia que todas deseamos y esta comisión será un instrumento perfecto para conseguirlo.
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