Camps: final del trayecto, en soledad...(Santiago Carreguí)Nuestra ilimitada capacidad de asombro recibió un nuevo e inesperado golpe, confirmando que los derroteros de la realidad son más anchos y sorprendentes que cualquier ficción o invención. El incauto Presidente de la Generalitat Valenciana Francisco Camps, probablemente traicionado por un delirio de omnipotencia o simplemente por el desmedido cariño hacia El Bigotes, ha sido pillado en una conversación telefónica donde más que amistad demuestra verdadero amor hacía el equívoco personaje, ahora venido a menos. Las cómplices palabras de cariño que intercambian los dos protagonistas de este delirante y patético suceso ("te quiero un huevo, hijo de puta", "amiguito del alma, tenemos que hablar de lo nuestro que es muy bonito") no deberían ser motivo de vergüenza. Al contrario, es encomiable y digno de reseña que dos hombretones, con fama de conseguidores, sean capaces de tales efusiones. A no ser que piensen que el cariño y las efusiones amorosas entre ambos sea algo a tener oculto a los demás y que puedan producir pavor. No seremos nosotros los que pidamos explicaciones sobre eso, cada uno mire a su consciencia y a sus convicciones morales y religiosas....Los líos amorosos son un hecho privado, sean del tipo que sean!
Sin embargo, deben ser públicas, notorias y sobre todo muy muy transparentes las
amistades (peligrosas) de un cargo electo. Más aún cuando ese cargo es nada menos que un Presidente de una Comunidad Autónoma y el amiguito del alma en cuestión (por cuya amistad suponemos que el señor Camps estará inventando una palabra que no está en los diccionarios...) es un hombre que está detrás las rejas, debido a graves indicios de infracción de la legalidad. Eso es lo que importa y a lo que Camps deberá cumplidamente responder, una vez que haya quedado claro la manifiesta relación entre los dos.
La soledad del Presidente en la recepción del 25 d'abril, que como todo los años de forma protocolarias y con mucha desgana organiza Les Corts Valencianes, da la medida de la desconfianza de la tropa del PP hacia su jefe. Eran más la miradas furtivas que la muestras de solidaridad y de apoyo, por eso que Camps sigue definiendo un montaje. Pude ver con mis ojos, ya que estaba presente, la mirada perdida y el rostro tenso de Camps y de Costa redoeados de tan solo un reducido grupo de incondicionales. Otros referentes del partido no aprecieron. Y para muestras un botón: la Alcaldesa de Valencia Rita Barberá ni apareció ni se le espera, esta vez no ha salido en tromba amenazando a diestro y siniestro con no se sabe bien qué venganzas divinas. Se lo ha pensado dos veces y creemos que con buen criterio (desde su punto de vista...), ya que Francisco Camps es desde el pasado jueves un cadáver político. Del cual solo esperamos una cosa: la dimisión inmediata en un último agónico acto de responsabilidad y respecto hacia los valencianos. Como afirma Carles Arnal, portavoz d'Els Verds Esquerra Ecologista PV, por culpa de la indecente actitud del Presidente Camps, los valencianos y el País Valencià nos hemos convertido en el hazmerreir de España.
Sin embargo, deben ser públicas, notorias y sobre todo muy muy transparentes las
amistades (peligrosas) de un cargo electo. Más aún cuando ese cargo es nada menos que un Presidente de una Comunidad Autónoma y el amiguito del alma en cuestión (por cuya amistad suponemos que el señor Camps estará inventando una palabra que no está en los diccionarios...) es un hombre que está detrás las rejas, debido a graves indicios de infracción de la legalidad. Eso es lo que importa y a lo que Camps deberá cumplidamente responder, una vez que haya quedado claro la manifiesta relación entre los dos.La soledad del Presidente en la recepción del 25 d'abril, que como todo los años de forma protocolarias y con mucha desgana organiza Les Corts Valencianes, da la medida de la desconfianza de la tropa del PP hacia su jefe. Eran más la miradas furtivas que la muestras de solidaridad y de apoyo, por eso que Camps sigue definiendo un montaje. Pude ver con mis ojos, ya que estaba presente, la mirada perdida y el rostro tenso de Camps y de Costa redoeados de tan solo un reducido grupo de incondicionales. Otros referentes del partido no aprecieron. Y para muestras un botón: la Alcaldesa de Valencia Rita Barberá ni apareció ni se le espera, esta vez no ha salido en tromba amenazando a diestro y siniestro con no se sabe bien qué venganzas divinas. Se lo ha pensado dos veces y creemos que con buen criterio (desde su punto de vista...), ya que Francisco Camps es desde el pasado jueves un cadáver político. Del cual solo esperamos una cosa: la dimisión inmediata en un último agónico acto de responsabilidad y respecto hacia los valencianos. Como afirma Carles Arnal, portavoz d'Els Verds Esquerra Ecologista PV, por culpa de la indecente actitud del Presidente Camps, los valencianos y el País Valencià nos hemos convertido en el hazmerreir de España.
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